martes, 24 de julio de 2012

Tecnicas para catar un vino

Para catar vinos ponemos en juego varios de nuestros sentidos: el gusto, tacto, vision y olfato.
La visión nos permite apreciar el color, la limpidez, la fluidez, la efervescencia, el aspecto general del caldo a probar. Pueba el mejor Brandy
El color del vino habla de la edad del mismo. En tintos, por ejemplo, el cereza de los vinos jóvenes, va volviéndose rubí cuando llega a su plenitud para tornarse teja con la edad y virar al castaño cuando está en su última etapa. Ejercitamos el olfato a través de dos vías. Por la nariz obtenemos sensaciones olfativas que desatan esos recuerdos que mencionábamos. Es posible avivarlas aumentando el volumen de respiración y realizando cortas y frecuentes aspiraciones nasales sucesivas.
Por la boca nos llega también las sensaciones recogidas por las papilas gustativas. El dulce se percide inmediatamene apenas la lengua entra en contacto con vino. Las sustencias con sabor dulce son los elementos de la ligereza, el cuerpo y la savidad del caldo: alcoholes y azúcares. Los sabores ácidos y salados se perciben rápidamente pero persisten más en boca.
El ácido del vino es debido a los ácidos orgánicos que se encuentran en su raíz (tartárico, láctico o acético, por ejemplo) y transmiten el frescor. Por otro lado, el vino contiene de 2 a 4 gramos por litro de sustancias con gusto salado. Los amargos son los sabores más lentos en percibir, pero aumenta y se mantiene por más tiempo por lo que al realizar una cata, debemos esperar el desarrollo de todos los sabores. El paso del vino por la boca nos toca, nos inunda rozando la cavidad. Se producen sensaciones de suavidad, untuosidad, rugosidad. Los taninos se depositan y a mayor presencia de éstos se tiene una sensación de aspereza. Un vino con mucho tanino resulta áspero, astringente. Dejamos un video sobre cata de vinos:



1 comentario: